Biblioteca de La Casa Encendida
Foto: Elena Quintanar
Proyectos culturales en los pueblos con Tamara Crespo, Nuria Sebastián y Pilar Ríus
Talento que despierta esperanza
Localidades como la de Urueña (Valladolid), Ciria (Soria) y Maranchón (Guadalajara) integran la famosa España deshabitada. Son pueblos de menos de 300 habitantes, lugares donde la población continúa envejeciendo, pero la memoria permanece viva. El impulso de nuevos proyectos culturales permite que la historia de estos pueblos siga escribiéndose.
El arraigo, el afán de florecer, las ganas de crear, el espíritu de renacer… Todas ellas características que impregnan el alma de las tres ponentes que, el pasado miércoles 15 de marzo en la Casa Encendida, participaron en el encuentro sobre Cultura y Mundo Rural del Festival Ellas Crean. Tamara Crespo, Nuria Sebastián y Pilar Ríus protagonizaron una fabulosa charla donde debatieron acerca de iniciativas didácticas, emprendimiento y cultura en localidades pequeñas.
El periodismo fue una de las profesiones que rondaba la sala, tanto Tamara Crespo como Nuria Sebastián estudiaron esta carrera. Dos caminos que comenzaron en el mismo punto de partida, que se bifurcaron en algún lugar del recorrido, pero que al final se reencontraron al poner en marcha proyectos originales en zonas rurales. Tamara fundó en Urueña la librería Primera Página, un lugar de lectura para aquellas personas interesadas en periodismo, fotografía y viajes. Por otro lado, Casa tía Julia es la iniciativa de Nuria, una idea que fomenta actividades culturales y brinda un espacio diverso a Ciria (Soria). Estas propuestas son ejemplos del entusiasmo y el afán de revivir zonas poco habitadas y sumidas en la desprotección.
La reactivación del tejido social también viene impulsada por Pilar Ríus, guitarrista, pedagoga y codirectora del Curso-Festival Ex Corde; organizado en Molina de Aragón, Maranchón y diferentes pueblos de la provincia de Guadalajara. La música contemporánea, explicaba la ponente, no es una disciplina fomentada en lugares más pequeños. Los presupuestos y los recursos siguen siendo destinados a otras actividades de importante consolidación; sin embargo, la innovación y la diferencia continúan luchando por encontrar un sitio en estos pueblos.
El festival, que lleva funcionando 10 años, ofrece actividades donde jóvenes y mayores tienen la oportunidad de aprender fuera de los rígidos marcos de la instrucción reglada. La dedicación y el cariño puesto en este proyecto demuestran las ganas de reactivar sectores, que lejos de mostrar desinterés, participan con emoción en propuestas diferentes y creativas. Pilar señalaba los increíbles resultados que se obtenían al despertar el ingenio y la audacia del alumnado; “las vivencias son insustituibles”, comentaba en la charla.
Igual de enriquecedoras son las actividades lanzadas por Casa Tía Julia. Nuria describió algunos de sus próximos eventos, como la TorreznoConf, una convención tecnológica en formato «open space» donde se hablará de tecnología, innovación y futuro. Además, lo gastronómico estará presente, los torreznos y el famoso queso de la Antonina no faltarán. Comentaba la periodista que la calidad del género de la zona es espectacular y la calidez y familiaridad con la que se viven estos intercambios es algo irrepetible. La esencia de los pueblos se encuentra enraizada en los vínculos sociales y las relaciones de vecindad, por ello la editora se presenta siempre como “la hija de la Nuri y la nieta de la Laureana”.
Este carácter tan innato de los pueblos viene en ocasiones sustituido por la artificialidad del turismo rural. Hoteles, casas rurales y comercios enfocados única y exclusivamente al consumo forastero. La pérdida de esta autenticidad ha sido definida por Tamara Crespo como “el trampanto”, una ilusión, un efecto óptico, algo que se queda ahí, nada más. Por ello, la periodista lucha por perpetuar la raigambre de estos pueblos. Las actividades que se emprenden desde la librería Primera Página acogen personalidades y propuestas atractivas, con el objetivo de dinamizar y promover la lectura en el pueblo y en su comunidad online.
Esta apuesta por rehabitar zonas despobladas ha venido acompañada de una reivindicación por la promoción de la cultura. Una cultura que debe ser correctamente remunerada, que no se puede quedar en el altruismo y que tiene que formar parte de las principales partidas económicas. El emprendimiento en la España deshabitada no se puede nutrir únicamente del entusiasmo. El respaldo para regenerar estas zonas es algo fundamental. Pongamos la mirada en una España que se va marchitando, que nos pide ayuda y permanece desprotegida
Andrea Sánchez Espadero
