Todo parecía dispuesto para iniciarnos en el misterio de las sombras. El día amaneció gris en Madrid, tirando a negro, con nubarrones que no pararon de llover durante toda la jornada. La oscuridad parecía instalarse definitivamente en la capital, donde a última hora de la tarde la pianista catalana Sira Hernández presentaba una colección de improvisaciones musicales en torno a los versos de Ángel Crespo, añorado poeta sobre cuyo poemario póstumo “Iniciación a la sombra” gravita todo. Sira cuenta a su lado para dar cuerpo a estos versos con la danza contemporánea de Pau Arán, bailarín actualmente de la Compañía ‘Tanztheater Wuppertal’ de la ya desaparecida coreógrafa Alemana, Pina Bausch. Y también con el recitado noble de uno de nuestros actores más veteranos y queridos, Manuel Galiana, que con su voz liberó una enorme tensión poética durante todo el recital.
Al proyecto se suma la escenógrafa Stella Rahola, que vistió la trasera del Auditorio Conde Duque con una manta térmica de decenas de metros cuadrados, con colores plateados y dorados que subrayaban la oscuridad en la que se mueve todo el espectáculo. La sombra lo envuelve todo, desde el inicio, en el que Arán accede al escenario desde la platea hasta el último aliento de Galiana. El bailarín abraza el piano y hasta la tarima, interactuando con la tela térmica e improvisando un solo coreográfico con mucha profundidad emocional. Lo de Galiana, ya se ha sugerido, es interpretación en estado puro, con todas las lecciones aprendidas por este maestro. Y sí, también, el pianismo de Sira Hernández luce mucha imaginación, sus notas se mueven entre la oscuridad de los tempos lentos y sugiere atmósferas sonoras ajustadas al corazón que late en el proyecto.
El escenario fue poco a poco por buscando la luz, porque la verdad surge de los contrastes, se revela desde su contrario, y así la luminosidad se hizo visible en la recta final del recital. Ángel Crespo lo dejó escrito: “Nada es duradero que no engendre la sombra”. Y, si se nos permite, la luz creativa de Sira Hernández, Pau Arán y Manuel Galiana.
